Este ensayo aborda, a lo largo de sus siete apasionantes capítulos, el papel de los principales actores del drama evangélico, como fueron, por ejemplo, el del procurador romano Poncio Pilato o el de Judas Iscariote —el mejor amigo de Jesucristo—, según los evangelios gnósticos. Asimismo se analiza, a través de los estudios históricos de prestigiosos teólogos e historiadores, la evolución del cristianismo primitivo, centrada en la figura mítica del maestro de Galilea, Jesús de Nazaret, cuya doble naturaleza divina y humana fue duramente cuestionada por las más importantes sectas cristianas consideradas heréticas según el canon católico de aquella época. También se analiza en él la autenticidad de su resurrección o de la virginidad de María, por citar un par de ejemplos, revelando facetas ocultas o desconocidas del origen de dichos dogmas, que han sido abiertamente rechazados, ya en nuestros días, por los representantes de la teología radical, una nueva teología protestante surgida de los seminarios de investigaciones históricas, como el Instituto Westar de los EE.UU.
En definitiva, se trata de un ensayo que rescata textos, en su mayoría desconocidos del público, incluso del más erudito, que prefiguraron y orientaron, en su conjunto, el destino de nuestra civilización occidental.