¿Es esta visión una posibilidad futura o tan solo un anhelo suspendido entre el deseo y la realidad?
En un esfuerzo por superar los más de cincuenta y seis años de opresión, desigualdad y centralización del poder en manos de dos dictadores pertenecientes a una misma etnia —de las siete principales que conforman Guinea Ecuatorial—, las barreras históricas, la represión, los asesinatos de opositores, la corrupción y la permanente incapacidad de los gobernantes para desarrollar el país dan paso a una transición inédita: un sistema de presidencia rotativa que pone a todas las etnias en pie de igualdad.
El libro relata cómo un pueblo enfrenta intrigas políticas, represión, desafíos sociales y resistencias culturales en su lucha por transformar su destino colectivo, en un lenguaje sencillo y accesible para su población. Sigue los pasos de este cambio histórico la declaración de incapacidad del longevo presidente dictador por el Parlamento de la mayoría de su propio partido, que aboga por la transición pacífica, lo que da lugar a un cambio interino liderado por el mismo Parlamento. Además del retorno de exiliados políticos, que se suman para redactar juntos la nueva Constitución o crear un Estado de las etnias y convocar las primeras elecciones étnicas, marcando así el inicio de una nueva era democrática para el país.
En este contexto, la etnia annobonesa, tradicionalmente marginada, asumiría el liderazgo en la primera rotación del poder según el orden alfabético. Este cambio simboliza un avance hacia la inclusión y la equidad, marcando el inicio de una nueva etapa en la estructura política del país, cuyos detalles de transición estarán profundizados en la próxima edición.
En este viaje en que se destacan los valores de reconciliación, unidad y la búsqueda de un equilibro entre las raíces étnicas culturales y las aspiraciones democráticas de un país que redefine su identidad política, el autor invita al lector a soñar junto al «hombre o mujer muy fuerte y bland@ de corazón que el día séptimo descansó» con un país donde la diversidad es fortaleza, y la inclusión, el camino hacia la reconciliación nacional.