La nave de la eternidad y el dios olvidado

El profeta Enoc, padre de Matusalén y abuelo de Noé, fue el primer humano
abducido que viajó con los luminosos en una nave estelar.
Los luminosos, seres inmortales, habían ido, durante millones de años, manipulando

el ADN de una raza de homínidos, dándoles inteligencia y alma.
Conoció a los doscientos custodios que habían engendrado hijos, con mujeres

humanas, llamados nefilin. Y castigados por tal abominación fueron
condenados a la oscuridad eterna y los nefilin destruidos con el diluvio. Enoc
fue el único humano que trascendió viajando con un arcángel sin morir a la
presencia del Gran Espíritu.
Astreo, hijo de Sileno, padre de todos los sátiros y mano derecha del dios
Dioniso.
Astreo, dios menor, tiene el poder de transformarse en humano y lo hace
como Ptolomeo, el primer general de Alejandro y mejor amigo.
Todos los dioses griegos han sido expulsados del planeta Tierra por los luminosos.

Solo Astreo permanece escondido como un dios olvidado. Por su
gran admiración hacia Alejandro, ha decidido que muera en el cénit de su
grandeza y que sea recordado por los humanos como un dios.

SKU
978-84-19894-75-5

7,90 

Información adicional

Formato

15x21

Página

102

Idioma

Castellano

Edición

1

Categoría

Narrativa

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