Hojas muertas de noviembre

¿Acaso es posible escribir como si se estuviera muerto?
Después de perseguir «sombras fugaces que huyen», el
autor conesa que ha llegado «derrotado de todas las
guerras» y que «tres veces le ha besado la muerte». Tras
descifrar «las telas de arañas en que reptan los gusanos» y
de retornar «con los labios agrietados y la sombra derrotada
», el poeta alcanza «el hambre deseada de la muerte
del deseo» y «la silente paz que duerme en el núcleo de mi
pecho», gracias quizás a que ha empleado «cien mil noches
de espera/ por ver si Dios responde o si el hado».
Tal vez, para renacer, basta «un simple giro del destino» o
tal vez «como el árbol, como el árbol crecer/ y renovarse
cada primavera/ y hundir profundas raíces en la tierra/
para que ser con deseo se funda».

SKU
978-84-10187-64-1

13,90 

Información adicional

Categoria

Poesía

Formato

15x21

Idioma

Castellano

Edición

Primera

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