El libro de las cosas jamás contadas

"El libro de las cosas jamás contadas" reune en su seno cinco relatos de tamaño medio. A pesar de que aparentemente cada uno de ellos sea independiente y vaya como por libre con respecto al resto, es necesario apreciar con cierto detenimiento que más bien sucede lo contrario. El hilo conductor que como un sutil nervio los atraviesa a todos no es otro sino el intentar mostrar y poner de manifiesto que es posible el ir y venir, el transitar dulce y sereno, entre los distintos fragmentos completos o Mundos que componen al sumarse lo que llamaríamos Realidad Total u Orbe. Quizás este objetivo no se logre, mas al menos se insinúa cuál debe ser el método que nos guíe. Y en esta sagrada ciencia, el adalid, el centro y la sacerdotisa no puede ser otra sino la Mujer, ese ángel concreto que, al igual que Beatriz al Dante, nos ilumina. Por lo tanto, en este libro no faltan las historias de amor, las únicas que merecen la pena de ser contadas. Baudelaire decía que había que ser siempre poeta, incluso en prosa: y el maestro Miller advertía que el artista es el que llega hasta las últimas consecuencias. Ambas cosas se han intentado. Ahora tan solo queda aquí el texto a la espera de su lector adecuado, lo demás ya sobra y no son sino palabras que se lleva el viento.