Nací al comienzo de la guerra civil española, en un pueblo pequeño, cuyo nombre es Villamavor de Campos (Zamora). Después de un tiempo transcurrido y calamidades superadas, salí con trece años del pueblo y me fui a trabajar como repartidora de fruta en el mercado del Campillo, en Valladolid. Fue mi primer empleo v más tarde vendrían otros de parecido pelaje, hasta adquirir experiencia en aquello que con el tiempo iba aprendiendo.
Después de una serie de cambios, fui a Madrid dos años y a los veintiuno, sin saber una palabra del idioma, me recomendaron para trabajar de doncella en una gran mansión inglesa. Allí conocí a Manolo, el que sería mi marido cuatro años más tarde.
Mi familia y yo residimos en Londres treinta años, hasta que, al fin, un día regresamos a España. Fijamos nuestra residencia habitual en la bella ciudad de Alicante y aquí seguimos.